lunes

Artes marciales y violencia


La violencia  física  es  el  uso  de  la  fuerza  en forma desmedida y sin control con el único fin de destruir. La violencia en general es la acción, no necesariamente física, que se lleva a cabo en forma irracional sin importar las consecuencias, además es un acto egoísta que solo busca satisfacer los motivos irracionales de quien la ejecuta. 
Existen varios tipos de violencia además de la física, por ejemplo la violencia sexual y la violencia emocional entre otras. Las artes marciales y en especial la defensa personal lo que buscan es todo lo contrario a lo que se define como violencia. En un acto de defensa personal se usa la fuerza en la magnitud necesaria, y por lo tanto controlada para evitar o contrarrestar la violencia del agresor. Profundicemos un poco más…
Todo lo que existe es capaz de producir una fuerza. La naturaleza ejerce fuerza sobre nosotros, contrarrestar esa fuerza es una actividad natural del ser humano y no implica violencia. El ser humano, similar a lo que se hace en la defensa personal y las artes marciales, utiliza la fuerza en forma medida y acorde a las circunstancias para contrarrestar la violencia de la naturaleza y mantenerla bajo control. La fuerza utilizada con control y en forma racional no es violencia. El uso de la fuerza es necesario incluso para las personas pacíficas, porque, ¿que valor tiene la razón y la justicia si no tiene fuerza para hacerse prevalecer?
Todas las sociedades por ejemplo crean fuerzas del orden, o policiales, para contrarrestar la violencia, y si bien, en algunos casos aislados, se exceden en el uso de la fuerza llegando a ser realmente violentas, las fuerzas del orden en realidad están reglamentadas para que usen la fuerza en forma racional y proporcional al tipo de violencia que se quiere contrarrestar. Si la sociedad no usara la fuerza para hacer prevalecer el orden, entonces ninguna sociedad podría estar segura y la violencia prevalecería sobre la razón.
Entonces podemos resumir que la defensa personal y las artes marciales son en realidad todo lo contrario de la violencia, de hecho son absolutamente necesarias para hacer prevalecer la seguridad personal y la razón.
Una persona que no tiene conocimientos de defensa personal está en desventaja no solo física sino también mental ante cualquier otra que quiera ejercer la violencia para hacer prevalecer sus ideas, ya que la seguridad física es el cimiento de la seguridad emocional. Una persona que no sabe defensa personal o artes marciales puede ser coaccionada fácilmente e incluso ser doblegada sin necesidad de actuar físicamente solo por la acción de la violencia emocional o de otros tipos, debido precisamente a la incapacidad de tener seguridad de si mismo.